Fragmentos de entrevista a Manuel Amigo en revista “Nudos” en la cultura Argentina, Julio de 1980.
Entrevista de Jorge Brega



“El arte es el resultado de una necesidad vital. Debe entenderse que no existe una formula que se aprende, se aplica y ya esta lista la obra de arte, sino que es necesario conocer y entender la realidad tomando una ubicación en ella, que es la fuente de imágenes donde la obra se nutre. Solo en esa confluencia del hombre y su tiempo se halla un sentido a nuestro trabajo”.


Formamos nuestra conciencia, nuestras ideas acerca de las cosas, incluido nuestro trabajo, en la práctica de la vida misma. A mi generación le toco vivir años agudos conflictos sociales. Nos toco presenciar y compartir epopeyas de la lucha del pueblo por su libertad. Sentíamos que el arte debía dar testimonio de esto. Comprendimos que las concepciones formalistas en las que se nos educaba, ocultaban que el arte es parte esencial de la lucha por ala libertad.

Tomados como monumentos mis trabajos son un homenaje a seres anónimos. En cierta forma también son altares, pero no para adorar los objetos reunidos en ellos, sino para no olvidar a las personas que evocan. Son altares que mucha gente ha erigido en su interior, con la diferencia que yo trato de sacarlos afuera y mostrarlos.


Texto de Jorge Gumier Maier

En junio de 1981 Manuel Amigo expone sus fragmentos. El texto que escribí para su catalogo requería hoy ser recontextualizado. Algunas párrafos se quedaron en mi:
“El temor a la perdida, la reparación del objeto dañado; esa suerte de inmortalidad por encerramiento, Endurecimiento y cubrimiento (mecanismos idénticos par conservar cadáveres, tablas legislativas, objetos preciosos y alimentos)”…
…” Sus objetos son altares, totems, monumentos, hórreos, paquetes, vitrinas, templetes, relicarios, urnas, bóvedas”…
…” Encierra sus obras en cajas relicarios. Lo que esta en una caja debe ser de valor. Lo sagrado lo es por el relicario que lo contiene”.
Manuel siempre estuvo dialogando con la muerte con la memoria. Solo logro que resuene en mi una frase de Borges –no recuerdo donde ni cuando- hablando de la tristeza del robo de los muertos. A ellos siempre le robamos, su parte del paisaje, de los sonidos, su porción del repertorio infinito de las cosas del mundo.
Y más tristemente encuentro a Gadamer (en “La actualidad de lo bello”):

“Lo que intentamos en nuestra relación con el mundo y nuestro esfuerzo creativo- formando o coparticipando en el juego de las formas- es retener lo fugitivo. El entierro y el culto de los muertos, toda la suntuosidad del arte funerario y las ceremonias de consagración, todo esto es retener lo efímero y lo fugitivo en una nueva permanencia propia”.

GUMIER MAIER junio 1993.

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