“…no
tengo nada que contar, quiero decir nada, que no sea mi propia historia…”
Haroldo
Conti
La muestra está armada desde el encuentro con la obra de mi
padre donde confluyen dos situaciones por un lado una demanda que reside en salir
de una ámbito domestico, debe mostrarse,
como testimonio de una época, arraigada a un momento trágico de la historia de
nuestro país y por otro lado lo personal, mis marcas como hijo, mi relación con
lo compartido en su taller y la
recuperación de su trabajo y su lugar.
Pensando en el armado de la muestra me intereso indagar en
el proceso creativo, el cruce entre los diferentes formatos, la búsqueda
expresiva constante, como se establecían las relaciones, donde y porque se
ponía la mirada de su obra. En este espacio decidí introducirme con la
intensión de aprender, y de esta manera fui descubriendo el intenso trabajo
para sintetizar un pensamiento, una emoción en un lienzo, un objeto o realizar una
fotografía. Así transite un ir y venir por un camino sinuoso, entre la práctica
y la teoría en constante movimiento, enfocado en los elementos simples que nos
rodean.
Después de mucho ordenar, observar, buscar, recordar, indagar,
atreves de las fotos, los objetos, las pinturas, los textos, el olor del
acrílico, se fueron hilvanando las relaciones
que aparecen en la obra para reconstruir su proceso, su universo, su continente
desde mis efectos personales, mis pertenencias.
Comparto una frase de mi padre que sintetiza este tiempo y me costó trabajo
entender…
“Mirar,
mirar y aprender”.
Manuel Amigo
Texto Diego Amigo
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